09/09/2014

La Defensoría del Pueblo ante el juicio por delitos de lesa humanidad en Santa Fe

Obligación inescindible a su condición es la defensa de los derechos humanos para el Defensor del Pueblo. Históricamente ratificado en el protagonismo que les cupo en los procesos de recuperación democrática de casi todos los países de América Latina en los años 80 del siglo XX.

Obligación inescindible a su condición es la defensa de los derechos humanos para el Defensor del Pueblo. Históricamente ratificado en el protagonismo que les cupo en los procesos de recuperación democrática de casi todos los países de América Latina en los años 80 del siglo XX.

Frente al juicio por delitos de lesa humanidad que se sigue a quienes en la ciudad de Santa Fe detentaran entonces, ilegal e ilegtímamente, el poder público, la Defensoría del Pueblo de Santa Fe expresa, una vez más, su satisfacción por el esfuerzo de restañar las heridas con justicia. Más aun corresponde en la ocasión el pronunciamiento por tratarse las víctimas de personas directamente relacionadas a la Defensoría del Pueblo de Santa Fe. El licenciado Rubén Héctor Dunda, detenido el 24 de marzo de 1976 luego torturado, fue rescatado por la democracia que no sólo lo volvería a ungir diputado provincial sino defensor del Pueblo adjunto en la zona sur. Llegó incluso a estar al frente de la institución.

También el mismo día del último asalto militar, fue detenido el entonces intendente de Santa Fe, Adán Noé Campagnolo. Su caso configura uno de los más crueles ensañamientos con los que los 

dictadores evidenciaran su envilecimiento. El hijo de Campagnolo es uno de nuestros compañeros de tareas.

La Defensoría del Pueblo, sus autoridades y empleados, los acompañan en esta instancia de reivindicación personal, memoria histórica y justicia.