14/04/2021

La experiencia del colectivo La Verdecita fue el eje del tercer webinario sobre Economía Social y Solidaria

El ciclo de encuentros es organizado por la Defensoría del Pueblo y la Universidad Nacional del Litoral y se realiza una vez por semana hasta el 11 de mayo del corriente año.

"El ciclo de webinarios procura que esta actividad tenga el reconocimiento de la economía formal tomándolos como actores importantes, valorándose su peso relativo en los procesos productivos" afirmó Raúl Lamberto, defensor del Pueblo de Santa Fe, en el inicio de la jornada de ayer.

"La publicación del libro sobre Economía Social y Solidaria en castellano y en inglés se inscribe como un aporte en el marco del programa nacional de Lucha contra el Hambre, del que participa también la Universidad del Litoral. Quiero destacar, en ese sentido, la inestimable colaboración puesta de manifiesto por su rector el Ing. Enrique Mammarella al sumarse a esta iniciativa", agregó Lamberto.

Seguidamente, el rector de la Universidad Nacional del Litoral, Ing. Mammarella explicó que "estos webinarios buscan que las investigaciones no queden plasmados sólamente en las publicaciones sino que las experiencias sirvan para el establecimiento de políticas públicas como es el caso de la Economía Social y Solidaria". 

"Consideramos que encontrarnos con ejemplos reales, con programas a escalas como La Verdecita, con la participación de 70 familias, a las que periódicamente vemos cómo se desempeñan en el predio donde desarrollan su actividad nos permite pensar la Economía Social y Solidaria como un proceso formativo centrado en el crecimiento de las personas".

Al abrir su exposición el Ing. Orlando Soto, del colectivo La Verdecita, comentó que estas experiencias se dan en el marco de una alternativa de producción y trabajo bajo principios de ayuda mutua y solidaridad.

"Se trata de un modelo de producción, comercialización y distribución alternativa como herramienta de lucha contra la pobreza y la exclusión social, pugnando por una sociedad más justa y equitativa", continuó Soto. "La granja agroecológica, ubicada en el periurbano norte de la ciudad de Santa Fe, incluye un abanico amplio de productores, consumidores urbanos, un importante núcleo de apoyo técnico de profesionales de organizaciones locales, estudiantes y profesionales universitarios" destacó.

El Ing. Orlando Soto destacó: "Los pilares de este proceso se basan en el derecho a la alimentación, la justicia ambiental y la igualdad de género. Aparecen aquí las colonias agroecológicas de abastecimiento urbano que vienen creciendo en la Argentina en los últimos años. Las necesidades que van surgiendo como asistencia técnica y capacitación se deciden de manera colectiva. Las familias no sólo son unidades domésticas sino unidades productivas. Estas colonias buscan la satisfacción de las necesidades de sus integrantes priorizando la vida, bajo las consignas de solidaridad, ayuda mutua y el cuidado de lo ambiental" describió el profesional.

Soto manifestó que "este movimiento surgió del Foro Social de San Pablo, y hoy suman unos 200 millones de productores los que se inscriben en estas prácticas de la Economía Social y Solidaria. La experiencia de La Verdecita se vincula con la soberanía alimentaria, donde el colectivo de mujeres y varones buscan incidir en la política agraria local a la hora de elaborar políticas públicas".

Seguidamente Silvia Papuccio de Vidal y Virginia Liponezky realizaron presentaciones referidas a la historia de La Verdecita resaltando los principios que rigen su actividad.

El recorrido cronológico desde sus comienzos hasta el presente no pasó por alto la figura emblemática de Isabel Zanutigh, una de sus grandes impulsoras. Se pudo apreciar que la acción de La Verdecita abarca los campos político, social, educativo y económico.

Virginia Liponezky rescató la práctica agroecológica y sustentable como modo de discutir y disputar los modelos productivos con aquellos que avanzan sobre el medioambiente.

"Consideramos imprescindible la intervención del Estado pensando en el suelo, cómo se lo protege produciendo alimentos bajo objetivos éticos".

Finalmente, María de los Ángeles Pesado, de la Fundación Latinoamericana Objetivo 16, rescató el ejemplo de La Verdecita como experiencia restaurativa, por su capacidad de humanizar los procesos, los espacios y las prácticas.
"El año pasado los invitamos a un congreso sobre prácticas restaurativas ya que las consideramos ejemplos de mujeres restaurativas y empoderadoras", concluyó.