10/11/2008

Bermúdez presidió una jornada sobre discapacidad y Derechos Humanos en la ciudad de Trelew, en el marco del IV Plenario Nacional de ADPRA

Con la participación de más de cien personas y prácticamente la totalidad de los defensores del Pueblo de todo el país, se realizó el viernes pasado en Trelew la Jornada de Discapacidad y Derechos Humanos organizada por la Defensoría del Pueblo de Chubut

Con la participación de másde cien personas y prácticamente la totalidad de losdefensores del Pueblo de todo el país, se realizó elviernes pasado en Trelew la Jornada de Discapacidad y DerechosHumanos organizada por la Defensoría del Pueblo de Chubut, acargo de Ricardo Azparren, en el Museo Egidio Feruglio, de esaciudad.Temprano en la mañana y con unaimpecable organización se llevó a cabo la inauguracióncon la participación de una traductora en lenguaje de señasy con la presencia del intendente Mac Karthy y funcionariosprovinciales y municipales.Tanto la apertura como el cierreestuvieron a cargo del presidente de la Asociación deDefensores del Pueblo de la República Argentina y defensor dela provincia de Santa Fe, Carlos Bermúdez.Al hacer un balance, Azparren aseguróque «el presidente de Adpra, Carlos Bermúdez, tuvopalabras de elogio para todo lo que se está haciendo desde laDireccción de Discapacidad de la Provincia».A lo largo de toda la jornada, másde un centenar de personas se acercaron al lugar para conocerdetalles sobre la legislación vigente en torno a ladiscapacidad y sus derechos y los derechos humanos. Algunos de lostemas que más interés despertaron en la concurrenciafueron la educación, pasajes para discapacitados y vivienda,entre otros.El defensor del Pueblo de Chubutagradeció el apoyo brindado por la Legislatura provincial y elEjecutivo, tanto provincial como municipal, para el éxito deestas jornadas que se desarrollaron en el marco del plenario de Adpraque se llevó a cabo el jueves en Trelew.Por su parte el intendente de Trelew,Mac Karthy afirmó que «éste es un tema que anosotros particularmente nos tiene preocupados y ocupados»,señalando además que el trabajo es articulado con laSecretaría de Salud y la Dirección de AtenciónSocial de la Provincia del Chubut, Organizaciónes NoGubernamentales y el área de Discapacidad de nuestroMunicipio.En el discurso de clausura, Bermúdezdijo:Conocer, debatir y reflexionar sobrediscapacidad y derechos humanos es hacerlo sobre una problemáticadel quehacer cotidiano. Teniendo en cuenta nuestro campo de actuaciónen el contexto institucional en el que nos desenvolvemos, nos remitea tomar conciencia de nuestros compromisos en defensa, promocióny valoración de los derechos fundamentales de todos losciudadanos. Con mucho mayor énfasis al tratarse de colectivossociales de mayor vulnerabilidad para ejercer su ciudadanía.De allí la importancia de esteseminario en el que hemos escuchados esclarecedoras exposiciones quenos servirán a todos para asumir el compromiso al que aludía.Por lo cual agradezco tan valioso esfuerzo de la defensoría deesta provincia.La discapacidad es una cuestiónde derechos humanos y la no discriminación, y las accionespositivas son elementos claves para garantizar esos derechos.Resulta importante establecer algunasdefiniciones que delimitan el campo de la discapacidad.La Organización Mundial de laSalud en el documento “Clasificación Internacional dedeficiencia , discapacidad y minusvalía” aborda el conceptode discapacidad desde un nuevo modelo, no tradicional, el de lasconsecuencias de la enfermedad., y considera al términodiscapacidad como: “toda restricción o ausencia(derivada deuna deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en laforma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano,puede ser temporal o permanente, reversible o irreversible,progresiva, o regresiva”.Es un modelo que al concebir ladiscapacidad como una consecuencia de la enfermedad, la abstrae detoda circunstancia social cultural, restringiendo las posibilidadesde análisis de los condicionantes históricos ycontextuales. Instala la dificultad en la persona que no puedeadaptarse a las necesidades y exigencias del sistema social en elcual está inserto. Por ende sus posibilidades de interaccióny participación social son definidas como una responsabilidadnetamente individual.Posteriormente surge el modelo social,que alega que las causas que originan la discapacidad no sonbiológicas, sino sociales. Considera a la discapacidad comouna desventaja o limitación en la actividad causada por una organización social contemporánea que tiene escasa oninguna consideración por las personas con deficienciasfísicas, y que por lo tanto, las excluye de la corrienteprincipal de las actividades sociales.Este modelo enfatiza la importancia quelas personas en situación de discapacidad obtengan el controlde sus vidas, control históricamente asumido por losprofesionales de la rehabilitación y sus instituciones.Presenta también cuatropremisas: 1) Incorporar la experiencia personal de las personas condiscapacidad al análisis y definición del fenómeno,de sus necesidades y demandas y de las eventuales modalidades deresolución. 2) Trascender la medicalización delfenómeno a partir de la incorporación del ambientefísico, social y actitudinal como factores determinantes. 3)Reconocer a las personas con discapacidad como personas con derechosfundamentales. 4) Redefinir la discapacidad como una situaciónsocial creada por los hombres. Diferenciándola del concepto dedeficiencia, que alude a una condición biológica.La OMS en el año 2001, propone un modelo bio-psico-social, que lo define como la integraciónde los anteriores modelos. En este esquema la discapacidad esconcebida como un término genérico que incluye lasdeficiencias en las funciones y estructuras corporales, laslimitaciones en la actividad y las restricciones en la participación.Así, la discapacidad esexplicada como la resultante de la interacción entre unapersona (con deficiencias) y los factores ambientales que constituyenel ambiente físico, social y actitudinal en el que una personavive y conduce su vida. Este concepción requiere de uncompromiso activo del conjunto social.Ese compromiso pasa por convertir lageneralmente ampulosa declamación acerca de los derechos delas personas en una práctica efectiva y garantizada a todossin exclusión. Ahora bien enfrentar esa tarea con seriedad, enuna sociedad como la nuestra, con un importante nivel deconflictividad, pobreza, exclusión social, marcadasdesigualdades, muchas veces alienta a la incertidumbre y ladesesperanzaPor tales razones, se haceimprescindible pensar en nuevas formas de actuación que nospermita gestionar desde la complejidad, maximizando los recursos,construyendo propuestas y alternativas amplias, abarcativas, que nospermitan múltiples respuestas para evitar esa exclusiónde los discapacitados.Se necesita una sociedad para todos, enla que se tenga en cuenta la diversidad de los seres humanos con unlugar justo dentro de ella.Desde un enfoque transversal dediversidad y derechos humanos, la discapacidad es una dimensiónfundamental a ser tenida en cuenta en cada situación ydecisión social, política o económica que afecteal conjunto social.Forma parte del quehacer de lasDefensorías del Pueblo, promover, fiscalizar y garantizar elpleno ejercicio de los derechos a la dignidad, propia identidad,salud integral, educación de calidad, deporte, recreacióny cultura, formación, capacitación integral para elmundo del trabajo, protección de la seguridad social,accesibilidad al medio ambiente físico y social sin barrerasarquitectónicas, urbanísticas o de transporte, acceso ala información y las nuevas tecnologías de lacomunicación, que facilitan el desarrollo personal y social.Entre otras cosas, se necesita un nuevocontrato social en el que se tomen medidas que garanticen plenamentelos derechos de estas personas, consolidando, profundizando yperfeccionando la legislación e institucionalidad, existentes;las estrategias, programas y servicios con la efectiva participaciónde todos los actores de la comunidad.Del mismo modo, que es responsabilidadde los Estados, sostener y mejorar un adecuado sistema derelevamiento de la información de las personas condiscapacidad, que permita definir políticas públicasactivas e integrales, como así también asegurar laafectación de recursos financieros (con aportes nacionales yprovinciales) que garanticen la efectiva aplicación de lasnormas vigentes en materia de programas y servicios.A riesgo de resultar recurrentes nodejaremos de subrayar que tal vez el principal problema en relacióna esta temática social esté dado por la pobreza quetambién sufren muchas personas discapacitadas. Estrechamenteligada a altas tasas de analfabetismo, desnutrición,desempleo, subempleo, es decir condiciones de salud, vida y trabajo,sumamente precarias, la pobreza cuando afecta a los discapacitados esaún más lacerante. Y es la indiferencia del conjunto–que pasa por las deficiencias en las prestaciones y servicios- unagravante que se suma a este triste cuadro.Dicho por los profesionales del campode la salud., un alto porcentaje son enfermedades prevenibles(ceguera, hipoacusia, entre otros),En los aspectos sociales, políticosy económicos, existe una relación con la marginación,exclusión y prácticas discriminatorias de naturalezaeconómica y social. La situación de pobreza que vivenmuchas personas con discapacidad, la falta de voz, de representacióny de poder, se constituyen en factores que merman las habilidadespersonales y las debilitan en su ambiente. “El sin trabajo se encuentraacorralado por el ruido, la velocidad y la indiferencia de lamultitud. El escenario principal es el espacio público de lagran urbe -la calle-. Se evocan diversas situaciones y lugares a losque no se accede, conviviendo así la sensación de noser nadie y la ausencia del mañana, con sensaciones quereflejan la soledad y el cansancio de los rostros ajados por elsilencio, con la necesidad de ser vistos y escuchados, de no quedarafuera de la mirada o de la escucha de otros”. Esta ajustadadescripción la dice Eduardo Mileo en “Poemas del sintrabajo”Son numerosas las personas, grupos,instituciones y organizaciones sociales que a diario solicitan laintervención de las Defensorías del Pueblo, porsentirse avasallados en sus derechos y no estar en un pié deigualdad con el resto de los ciudadanos en el acceso de los bienes,servicios y oportunidades.El empoderamiento (ejercicio deciudadanía) debe convertirse en el pivote para que estaspersonas se apropien de la lucha contra la discriminación y afavor de la reducción de la pobreza, abogar por la inclusióny una calidad de vida digna.Estimamos necesario crear alianzas ycoaliciones (trabajos compartidos) con estrategias efectivas,reforzando los marcos institucionales multisectoriales para laimplementación de políticas públicas activas,con soporte de asistencia técnica, trabajo en red, apoyomutuo, con métodos creativos que promuevan la equidad y lajusticia social, con miras a una sociedad inclusiva.La dimensión ética de lasociedad, es imprescindible porque implica consensos básicosen torno a la convivencia, la memoria histórica y el futuro,que lleva a un sentido de pertenencia por el cual la existencia decomunidad histórico cultural es considerada un valor que no sereduce a un tema de trayectorias y destino de las personas. Elloimplica el reconocimiento de la diversidad, y la existencia deexperiencias transversales que integran tales diversidades.De este modo esta poblaciónreclama igualdad y justicia social, no sólo igualdad deoportunidades sino de resultados que supone sistemas de proteccióny permanentes intervenciones redistributivas por parte del Estado, alo largo de la vida.Estamos convencidos de que debemosapuntar hacia un futuro en el que la cooperación, solidaridad,respeto y valoración de la diversidad sea la base de un ordensocial más equitativo y justo. Ello será, asimismo,sinónimo de una práctica de los derechos humanos muchomás extendida que la que hoy denunciamos: la integraciónde la discapacidad en la vida colectiva se vea reflejada en todos losórdenes del quehacer humano.La discapacidad es un concepto queevoluciona y que resulta de la interacción entre las personascon deficiencia, las barreras físicas, sociales y el entornoque evitan su participación plena y efectiva en la sociedad,en iguales condiciones que los demás.Los principios y directrices de lasconvenciones y tratados internacionales –a los que adhirieranuestro país- como así también de las normas,planes y programas nacionales y provinciales, impulsan mecanismos degarantía que permitan a los discapacitados mayor sentido depertenencia en su comunidad con autonomía e independenciaindividual, incluida la libertad de tomar sus propias decisiones.Las partidas presupuestarias para losprogramas y proyectos son insuficientes, dada la escasaconcientización social sobre esta problemática, la queestá marcada por mitos, prejuicios y enfoquesasistencialistas.Hay escasa implementación decampañas de difusión y concientización. Escasaarticulación con organizaciones de la sociedad civilreivindicativas de los derechos humanos, dentro de la actividadcomunitaria y estatal.Por esto es que no debe sorprender quelas Defensorías del Pueblo hayan asumido el compromiso deafrontar este desafío, tal como acaba de demostrarlo eldefensor Ricardo Azparren y todo su equipo en la organizaciónde este importante seminario que tan bien ha resultado y por el quelos felicito calurosamente. Muchas gracias.